GRUPOS ANTIINMIGRANTES

Grupos antiinmigrantes ganan fuerza en EE.UU.


Por Miriam Jordan

The Wall Street Journal

SAN BERNARDINO, California — Armado con una computadora y menos de US$100, Joseph Turner formó hace dos años un grupo llamado "Save Our State" (Salvemos nuestro estado). Su objetivo: evitar que California se transforme en una "fosa séptica del tercer mundo" de inmigrantes ilegales, explica. El grupo no tiene una membresía oficial y cuenta con apenas 2.000 personas en su lista de direcciones electrónicas y en su cartelera de mensajes.

Sin embargo, esta magra base ha resultado ser un poderoso trampolín. A través de su página Web, Turner ha reclutado seguidores para llevar a cabo protestas fuera de los almacenes Home Depot, donde a menudo muchos trabajadores ilegales se reúnen para buscar trabajo. También ha ayudado a prender la llama de un movimiento de gobiernos locales a nivel nacional para combatir la inmigración ilegal. Hasta ahora, inspirados por Turner, cerca de 10 municipios han aprobado ordenanzas para expulsar a inmigrantes indocumentados y docenas de otras ciudades están considerando medidas similares.

Turner es parte de una ola antiinmigración que está ganando fuerza entre los estadounidenses. Pequeños grupos, como el de Turner, están surgiendo en todo el país e ideando tácticas para abordar la inmigración ilegal en sus comunidades. Los críticos tildan de racistas a muchos de estos grupos, acusación que sus organizadores niegan. Lo que nadie cuestiona es que están explotando la frustración generalizada por la incapacidad del gobierno federal para adoptar una política nacional de inmigración y lidiar con 12 millones de inmigrantes ilegales.

El Center for New Community, una organización de Chicago que sigue asuntos migratorios, asegura que hay 211 grupos que abogan por la protección de los intereses de los habitantes nativos de Estados Unidos frente a los de los inmigrantes, frente a sólo 37 que había hace dos años.

Estos grupos están generalmente impulsados por personas que trabajan solas y que, gracias a un uso creativo de la Web, logran apoyo para protestas antiinmigrantes, boicots, cambios de legislación y cobertura por parte de los medios.

Entre la red de activistas contra los inmigrantes ilegales, pocos se han levantado más o con más rapidez que Turner. "Creo en la superioridad de EE.UU. y la cultura norteamericana," dice. Si el Gobierno federal no está haciendo su trabajo, explica, la democracia directa debe proporcionar soluciones. Turner quiere deportar a todos los inmigrantes ilegales, asegurando que, "el beneficio neto de los extranjeros ilegales es negativo".

Hace un año, Turner redactó una ordenanza de tres páginas para San Bernardino. La intervención de un juez evitó que la iniciativa avanzara en el municipio californiano. La propuesta habría revocado la licencia de cualquier negocio que ayudara o contratara, incluso sin saberlo, a inmigrantes ilegales. También habría prohibido alquilar viviendas a inmigrantes ilegales y evitado que el municipio condujera sus asuntos en cualquier idioma que no sea el inglés.

Sin embargo, la propuesta de Turner empieza a imitarse y a aprobarse en otros puntos del país, como por ejemplo en municipios de Missouri, Nueva Jersey y Pensilvania. En este último estado, en la ciudad de Hazleton, el alcalde, Louis Barletta, estaba buscando fórmulas para combatir la inmigración ilegal, cuando se encontró el texto en Internet. Actualmente, Hazelton prohíbe los alquileres a inmigrantes ilegales o que se les contrate laboralmente, y ha hecho del inglés el idioma oficial del municipio.